
La elección de Francisco como Obispo de Roma ha sido una de las mejores noticias que la Iglesia ha podido entregar al mundo.
Es innegable que su personalidad -como la de cualquiera- no se digiere en una sola masticada.
Intentaremos caminar lo más cercanos que nos sea posible a su Magisterio, desde nuestro sur geográfico y existencial.
Y dejarnos también nosotros sorprender por el Espíritu que habita esta Iglesia, que es nuestra Madre.