Cuidar la vida

Cuidar la vida desde la concepción hasta su final natural no se reduce a un no al aborto o un no a la eutanasia.

También es un no
a descartar personas;
a malgestionar el acceso a una salud con dignidad;
a la mala o nula alimentación;
al difícil o imposible acceso a la educación;
a los impedimentos en el acceso a la cultura;
a vivir sin techo;
a los desplazamientos forzados;
a la falta de acceso a la tierra;
a beber agua contaminada;
a vivir junto a ríos y suelos cianurados;
a la violencia dentro de casa, en las calles y en las Instituciones;
a la violencia del Estado;
a las muertes provocadas por el Estado;
a la falta de trabajo;
al trabajo esclavo (que no es trabajo);
a los esfuerzos de las políticas en la pura producción de dinero olvidando la persona;
a la infamia de hacer creer que los pobres son la causa de todos los males;
a la desinformación que lleva a equivocar las decisiones;
a la manipulación de las conciencias;
al abuso sexual;
a las redes de pedofilia;
a las redes de pedofilia de las que participa el clero;
al abuso de poder que pervierte los vínculos;
a abandonar al que piensa y cree de otra manera;
a perseguir al excluido;
a conminar a la soledad al que denuncia lo injusto;
a arruinarle la vida si sigue denunciando;
a la vejez sin dignidad;
a la vejez sin alegría ni paz.

Es no a…