Siempre se hizo así

Acto Primero (en casa de la pareja)

La esposa ha cocinado un hermoso jamón al horno para su marido por primera vez -por primera vez el jamón, no el marido…)
ÉL (lo prueba).- Está exquisito. ¿Para qué le has cortado la punta?
ELLA – El jamón al horno se hace así.
ÉL – Eso no es cierto. Yo he comido otros jamones asados y enteros.
ELLA – Puede ser, pero con la punta cortada se cocina mejor.
Él – ¡Es ridículo! ¿Por qué?
ELLA (duda) – Mi madre me lo enseñó así.
ÉL – ¡Vamos a casa de tu madre!

Acto segundo (en casa de la madre de ella)

ELLA – Mamá, ¿cómo se hace el jamón al horno?
MADRE – Se adoba, se le corta la punta y se mete en el horno.
ELLA (a ÉL) – ¡¿Has visto?!
ÉL – Señora, ¿y por qué le corta la punta?
MADRE (duda) – Bueno… El adobo, la cocción… ¡Mi madre me lo enseñó así!
ÉL – ¡Vamos a casa de la abuela!

Acto tercero (en casa de la abuela de ella)

ELLA – Abuela, ¿cómo se hace el jamón al horno?
ABUELA – Lo adobo bien, lo dejo reposar tres horas, le corto la punta y lo cocino a horno lento.
MADRE (a ÉL) – ¡¿Has visto?!
ELLA (a ÉL) – ¡¿Has visto?!
ÉL (porfiado) – Abuela, ¿para qué le corta la punta?
ABUELA – Hombre, le corto la punta ¡para que pueda entrar en el horno! Mi horno es tan pequeño… (cae el telón).